El traspaso de stock implica transferir productos de un punto de venta físico o almacén a otra instalación de la compañía. Esta operativa, que se conoce en inglés como inventory balancing, tiene como objetivo equilibrar la cantidad de mercancía disponible en los distintos almacenes y tiendas, así como definir el nivel de stock óptimo para prestar servicio.
Al mover artículos desde un punto a otro, el riesgo de que se produzcan errores puede ser elevado. Con un software de gestión de almacenes, las empresas que cuentan con múltiples instalaciones pueden registrar los movimientos de mercancía, desde que sale de una tienda o almacén hasta que se entrega en el punto de destino. Así pueden minimizar los riesgos de equivocaciones.
¿Qué es el traspaso de stock?
El traspaso de stock significa trasladar el exceso de mercancía que se encuentra en una tienda o almacén a otra tienda o almacén que precise dichos artículos.
Mover stock entre dos instalaciones aporta dos ventajas principales:
- Para el almacén que envía mercancía, una liberación de espacio, ya que permite dar cabida a nuevas referencias. De este modo, la compañía evita que los productos se queden obsoletos en su almacén, lo que elevaría los costes de almacenamiento.
- Para la instalación que recibe la mercancía, redistribuir el stock, lo que ayuda a disponer de los productos necesarios para prestar un mejor servicio. La disponibilidad de mercancía redunda en la satisfacción de los clientes, que pueden adquirir los artículos que desean en el momento preciso.
Importancia del traspaso de stock
El traspaso de stock es un proceso clave en empresas con una estrategia omnicanal. ¿Por qué? Atender a los clientes desde distintos canales de venta puede provocar desequilibrios en el inventario, es decir, que las tiendas o los almacenes dispongan de una cantidad de mercancía insuficiente.
Una de las soluciones para evitar que una empresa se quede sin mercancía son los traspasos de stock o, lo que es lo mismo, los envíos de productos desde un almacén a otro que necesite la mercancía.
Otra forma de evitar roturas de stock en almacenes y tiendas es mediante una planificación de la demanda adecuada que se base en los patrones de consumo. De esta manera, las empresas pueden determinar la cantidad de mercancía que deberían almacenar y calcular los posibles traspasos de stock con antelación. Sin embargo, a medida que los hábitos de los clientes se han ido transformando durante los últimos años ―sobre todo con la expansión del e-commerce―, las empresas tienen muchas dificultades para anticipar las ventas.
La omnicanalidad requiere una integración perfecta entre almacenes (lo que se conoce como gestión multialmacén) y tiendas. La gestión integrada entre instalaciones facilita la preparación de pedidos con múltiples destinos, así como el traspaso de stock entre almacenes y tiendas. Asimismo, el auge de la estrategia omnicanal BOPIS (buy online, pickup in store) ha provocado que las tiendas cumplan una doble función: además de ser un punto de venta físico, se han convertido en almacenes donde los clientes acuden a recoger los pedidos online.
Equilibrar la cantidad de stock de un almacén es imprescindible para poder disponer de la mercancía requerida para atender a los clientes. Las empresas con una gestión multialmacén o con una estrategia omnicanal deben ajustar la cantidad de productos de que disponen en sus instalaciones logísticas para reducir los costes de almacenamiento y garantizar la disponibilidad de la mercancía.