La subida de los precios se está reflejando en el alza de la inflación que afecta tanto a consumidores como empresas. Algunas subidas como las del precio del combustible, están impactando de forma directa sobre el sector de transporte terrestre, no solo en España, sino en todo la Unión Europea.
No solo la subida del precio del combustible está poniendo en serio peligro al transporte, otros gastos operativos asociados también están al alza, lo que supone una situación tan crítica que la patronal del transporte en España tiene convocado un paro para los días 20, 21 y 22 de diciembre.
La realidad es que la demanda de servicios de transporte es muy alta, la crisis de la cadena de suministro está produciendo una incesante búsqueda de nuevos proveedores en países más cercanos, con comunicación terrestre preferiblemente. Pero la situación es crítica debido también a la falta de “mano de obra”; siguen faltando conductores, por un lado, y muchas de las flotas de transporte tampoco pueden renovarse o ampliarse por la crisis de la falta de semiconductores.
La desacompasada compensación entre los costes asumidos y las actualizaciones es otro factor que preocupa al sector, mientras que la economía intenta adaptarse a la demanda, los precios principalmente del combustible, no paran de subir, sin que ello pueda ser trasladado al cliente. Para una empresa de transporte con flota propia, el coste del combustible puede suponer entre el 25% y el 30%, situación trasladable a cualquier camión que circula por las carreteras, lo que nos indica claramente que el traslado del alza del precio de combustible al cliente puede suponer la supervivencia de muchas empresas.
Con este panorama, la subida de precios de transporte terrestre en Europa será una realidad, la pregunta es, ¿De cuánto será la subida de precios?
Los precios del transporte terrestre en Europa está en máximos nunca vistos, pero el alza es inevitable, no solo por la situación del combustible (añadamos más costes administrativos, costes salariales e incluso el alza de precios de los camiones nuevos); la situación de incertidumbre de la cadena de suministro mundial seguirá afectando a todos los mercados europeos, la consecuencia del alza de los precios de transporte será una realidad, pero el porcentaje, como suele ocurrir, seguramente estará muy por debajo de los niveles que el sector precisa.
Según distintas fuentes, el transporte internacional por carretera, el alza puede estar entre el 10% y 15%, siendo más alto posiblemente en los países periféricos como España o Portugal, empujado por la falta de camiones (las grandes flotas prefieren hacer transportes con los países del norte como Alemania, mejor pagados y con mejores condiciones). Por otro lado, los mercados locales (el ibérico España y Portugal por ejemplo) podrían sufrir una mayor falta de camiones, con lo que el alza de precios puede ser superior al 20% en momentos puntuales.
Y en todo este panorama para el año 2022, nos quedará por ver el impacto del nuevo paquete de movilidad, que afecta de forma importante al transporte por carretera internacional.