A veces se define el servicio de transporte de carga como el músculo de la cadena de suministro. Esto se debe a que es el que realiza físicamente el movimiento de la mercancía desde un punto a otro. Sin embargo, este símil parece dar a entender que no hay cerebro tras ese movimiento de camiones. Pero esto sería erróneo. La gestión de una flota y la realización de rutas tiene mucha ciencia entre bambalinas.
Tanto la cadena de suministro como la logística son conceptos más globales. Pero ambas necesitan del menos glamuroso servicio de transporte de carga para poder funcionar.
Cosas a tener en cuenta en el servicio de transporte de carga
Tipos de vehículos
El transporte de carga admite una gran variedad de vehículos. Tierra, mar, aire, camión, barco, avión… En sentido estricto, hasta las bicicletas y el reparto de comida a domicilio no dejan de ser transporte de carga. El tipo de transporte elegido viene determinado por el tipo de cadena de suministro. Por ejemplo, la gran industria, que cuenta con una exhaustiva planificación, puede aprovecharse de los bajos costes del transporte marítimo, pese a tener que asumir largos plazos de entrega desde el otro extremo del mundo.
Incluso dentro de un mismo tipo de transporte las diferencias son grandes. Poco tienen que ver entre sí los servicios a los que suelen dedicarse una furgoneta de reparto o un tráiler, ya sea de servicio nacional o internacional. Una empresa puede tener necesidad de utilizar en un momento o en otro todos ellos, pero ha de diseñar su logística teniendo en cuenta las distintas posibilidades que estos les ofrecen. Y así ver cuándo y por qué le interesa el reparto de última milla, la opción de consolidar cargas más grandes para optimizar costes, los vehículos con trampilla (algo menos habitual en los tráileres), etc.
Tipos de cargas
Si importa el vehículo, no menos importante resulta el tipo de cargas. Si has ido a un supermercado, es posible que hayas notado que la mercancía de las grandes superficies (casualmente) suele encajar perfectamente en los palés. Los proveedores hacen esto para optimizar el espacio disponible en los camiones y que el servicio de transporte de carga pueda trabajar con mercancía lo más estandarizada posible. Esto repercute directamente en los costes, ya que la mayoría de tarifas de operadores logísticos están hechas con los palés de medidas estándar (como los llamados europeos y los americanos) en la cabeza.
En el otro extremo nos encontramos a la carga no convencional. Podemos encontrar dimensiones especiales, mercancía no convencional, cisternas, mercancía ADR… Todas estas cargas demandan vehículos distintos y ajustarse a legislaciones distintas. Aunque hay operadores logísticos que pueden dar respuesta a varias de ellas, has de asegurarte de que sea así y no tratarla como mercancía convencional.