Más de 47.000 embarcaciones y cerca de 3 millones de camiones alrededor del mundo son responsables de trasladar y entregar productos y paquetes a clientes finales. Debido a esta gigantesca operación logística, se estima que la industria de transporte es responsable de casi un cuarto del total de CO2 que se produce en el planeta.
Sin embargo, no solo el movimiento por una logística sustentable ha puesto presión para cambiar las estrategias de transporte, también lo hecho la creciente necesidad de reducir la cantidad de combustible utilizado. Debe ser analizado para permitir una mayor eficiencia en la gestión de la flota de vehículos. A continuación, se listan algunas acciones que las empresas pueden realizar para reducir emisiones de C02 y costos a largo plazo:
Planear/Optimizar Rutas
Por cada galón de combustible quemado, se emiten aproximadamente 20 onzas de CO2. Un reporte de CE Delft estima que el comportamiento y eficiencia de los conductores tiene una relación directa con el gasto de combustible, y este puede mejorar en un 20% al tener eco-conductores entrenados que apliquen buenas prácticas y tengan claro el estado de su vehículo.
Para complementar el trabajo de los conductores es importante que las empresas adquieran tecnologías necesarias para mejorar la gestión de su flota. Soluciones como las ofrecidas por Heddog permiten planear por adelantado las rutas de entrega y así optimizar el consumo de combustible. Se estima que quienes utilizan este recurso pueden ahorrar aproximadamente 30% en gastos de combustible.
- Implementar Vehículos Ecológicos
Dado que los vehículos para transporte tienen un ciclo de vida más corto, si las compañías comienzan a modernizar sus flotas con vehículos híbridos desde hoy, no es descabellado pensar que en un periodo corto la industria entera pueda estar compuesta por este tipo de vehículos eco-amigables.
Una mayor rotación de vehículos también podrá facilitar el acceso a este tipo de autos de segunda mano para transportistas particulares o pequeñas empresas. El efecto de comenzar a utilizar flotas de transportes “verdes” y una logística sustentable, puede tener un impacto positivo en grandes ciudades y comunidades, generando un efecto “bola de nieve” en el resto del mundo. Y si lo que le preocupa es el costo, se estima que sólo en Europa, los gerentes de transporte podrían reducir sus costos en casi 14% si se cambiaran a vehículos ecológicos o híbridos, lo que significa ahorrar cerca de 53 millones de toneladas de CO2 en emisiones.
Evitar las devoluciones
El cliente puede solicitar la devolución de su producto por diversas razones, entre ellas la entrega tardía y el desconocer el estado de su pedido. Esto genera gastos adicionales de transporte y por ende mayor contaminación. Al darle visibilidad al cliente en todo el proceso de despacho, aumentan las probabilidades de que la entrega sea exitosa y se reduce de esta forma el impacto medio ambiental negativo.